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Tobías 2:10 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

Pero no advertí que en lo alto del muro, por encima de mí, había algunos gorriones cuyos excrementos, calientes todavía, cayeron en mis ojos produciéndome en ellos unas manchas blancas. Acudí a los médicos para que me curaran, pero cuantos más fármacos me aplicaban, más ciego me iban dejando aquellas manchas blancas, hasta que finalmente perdí del todo la vista. Cuatro años estuve ciego, y todos mis familiares se sentían afligidos a causa de mi situación. Ajicar cuidó de mí y de mi manutención durante dos años, hasta que se fue a Elimaida.

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