3. Adelantémonos a tu esposa y preparemos la casa antes que lleguen los demás.
4. Se fueron juntos, y Rafael le dijo a Tobías que llevara en sus manos la hiel. El perro los seguía a los dos.
5. Ana estaba sentada, fija la mirada en el camino por donde su hijo había de regresar.
6. Presintiendo su llegada, dijo al padre:— ¡Mira, ahí viene tu hijo con su compañero!
7. Rafael dijo a Tobías antes de que se acercara a su padre:— Estoy seguro de que los ojos de tu padre volverán a abrirse.
8. Úntaselos con la hiel del pez: la medicina contraerá y hará que desaparezcan las manchas blancas de sus ojos. Tu padre recuperará la vista y verá de nuevo la luz.
9. Ana echó a correr y se abrazó al cuello de su hijo, mientras le decía:— ¡Hijo mío, he vuelto a verte! ¡Ahora ya me puedo morir!Y rompió a llorar.
10. Tobit se levantó, y tropezando salió por la puerta que daba al patio.
11. Entonces Tobías se acercó a él con la hiel del pez en la mano, le sopló en los ojos, agarró su mano y le dijo:— ¡Ánimo, padre!Al instante le aplicó el remedio extendiéndoselo sobre los ojos;
12. después, con ambas manos, le quitó las manchas blancas de los ojos.