Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Tobías 10:1-8 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

1. Una por una contaba Tobit las jornadas del viaje de ida y vuelta emprendido por su hijo. Como iban pasando los días sin que su hijo regresara,

2. pensó: “¿Se habrá entretenido allá? ¿O será que Gabael ha muerto y nadie le entrega el dinero?”.

3. Y comenzó a preocuparse.

4. Ana, su esposa, decía:— ¡Mi hijo ha muerto! ¡Ya no está entre los vivos!Lloraba y se lamentaba a causa de su hijo, diciendo:

5. — ¡Ay de mí, hijo mío! ¿Por qué te dejé marchar, luz de mis ojos?

6. Tobit le decía:— ¡Cállate, mujer, y no pienses así! ¡Él está bien, pero eran muchas las cosas que tenía que resolver allá! El hombre que le acompaña es de confianza, y además es uno de nuestros hermanos. ¡No estés triste, que pronto llegará!

7. Ella le replicaba:— No me digas nada. ¡No quieras engañarme! ¡Mi hijo ha muerto!Todos los días salía a mirar el camino por donde se había ido su hijo y no se fiaba de nadie. Al ponerse el sol entraba en casa, pero se pasaba la noche entera lamentándose y llorando sin poder conciliar el sueño.

8. Una vez que se cumplieron los catorce días de las fiestas de bodas que Ragüel había jurado celebrar en honor de su hija, Tobías se dirigió a él y le dijo:— Deja que me vaya, porque estoy seguro de que mi padre y mi madre piensan que no volverán nunca más a verme. Te ruego, padre, que me dejes ir a casa de mi padre. Ya te he contado en qué situación lo dejé.

Leer capítulo completo Tobías 10