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Números 5:3-19 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

3. Expulsarán tanto a hombres como a mujeres; los harán salir fuera para que no contaminen el campamento de aquellos entre los cuales yo habito.

4. Así lo hicieron los israelitas: los expulsaron del campamento, cumpliendo de este modo lo que el Señor había mandado a Moisés.

5. El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

6. — Dí a los israelitas: Cuando un hombre o una mujer es infiel al Señor, cometiendo un pecado en perjuicio de otro, se hace culpable.

7. La persona en cuestión confesará el pecado que cometió, compensará el daño en su totalidad, añadirá a ello la quinta parte y se lo entregará a quien perjudicó.

8. Y si la persona perjudicada no tuviere pariente a quien resarcir por el daño, será el Señor quien, en la persona del sacerdote, reciba la indemnización, además del carnero expiatorio en reparación de la culpa cometida.

9. La ofrenda de cualquier cosa sagrada que los israelitas presenten al sacerdote, será para el sacerdote.

10. Las ofrendas sagradas que haga cada uno, le pertenecen a él; lo que dé al sacerdote, será para el sacerdote.

11. El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

12. — Di esto a los israelitas: Puede suceder que una mujer se descarríe y sea infiel a su marido

13. acostándose con otro hombre sin que su marido lo sepa, ya que ella lo ha ocultado y no hay testigo contra ella, ni ha sido sorprendida en el acto;

14. si el marido sufre un ataque de celos, tanto si su esposa es inocente como si no lo es,

15. llevará a su mujer ante el sacerdote, aportando como ofrenda por ella dos kilos y doscientos gramos de harina de cebada. No echará sobre la ofrenda aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda que recuerda y trae a la memoria el pecado.

16. El sacerdote hará que la mujer se acerque y se ponga en pie en presencia del Señor;

17. tomará luego agua santa en una vasija de barro, junto con un poco de polvo del suelo donde se asienta la Morada, y lo echará en el agua.

18. Siguiendo la mujer en pie ante el Señor, el sacerdote le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la ofrenda recordativa, es decir, la ofrenda de los celos, mientras él sostiene en su mano el agua amarga de la maldición.

19. Entonces el sacerdote tomará juramento a la mujer diciéndole: “Si ninguno se ha acostado contigo y no te has deshonrado siendo infiel a tu marido, que te veas libre de estas aguas amargas que acarrean maldición.

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