29. Les dijo al respecto Moisés:— Si los gaditas y rubenitas, debidamente pertrechados, cruzan con ustedes el Jordán, dispuestos a presentar batalla, siguiendo las indicaciones del Señor, una vez que el país les quede sometido, les darán la tierra de Galaad en posesión.
30. Pero si no cruzan con ustedes [el Jordán] debidamente pertrechados, entonces recibirán su heredad junto con ustedes en el país de Canaán.
31. Los gaditas y los rubenitas respondieron:— Haremos lo que el Señor ha dicho a tus siervos.
32. Nosotros pasaremos al país de Canaán debidamente pertrechados, siguiendo las indicaciones del Señor, si de esta manera podemos mantener* nuestra posesión hereditaria a este lado del Jordán.
33. Así pues, Moisés asignó a los gaditas, a los rubenitas y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sejón, rey amorreo, y el reino de Og, rey de Basán, todo el país con sus ciudades y los territorios de las ciudades de alrededor.
34. Los gaditas reedificaron Dibón, Atarot, Aroer,
35. Atarot Sofán, Jazer, Jogboá,
36. Bet Nimrá y Bet Arán, como ciudades fortificadas o como majadas para ovejas.
37. Los rubenitas reedificaron Jesbón, Elalé, Quiriatáin,
38. Nebo, Baal Meón —algunos de estos nombres han cambiado— y Sibmá; y pusieron nombre a las ciudades que construyeron.
39. Los maquiritas, descendientes de Manasés, fueron a Galaad, la conquistaron y expulsaron de allí a los amorreos;
40. Moisés, por su parte, dio Galaad a los maquiritas, descendientes de Manasés, quienes se establecieron allí.
41. Jaír, descendiente de Manasés, se apoderó de sus aldeas, a las que llamó Aldeas de Jaír.
42. Asimismo Nobaj se apoderó de Kenat y sus aldeas, a las que puso su propio nombre de Nobaj.