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Jueces 16:2-16 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

2. Alguien avisó a los de Gaza:— Sansón está aquí.Rodearon la casa y lo esperaron apostados a la puerta de la ciudad. Pasaron la noche sin mayor preocupación diciéndose:— Esperemos hasta que despunte el día; entonces lo mataremos.

3. Sansón estuvo durmiendo hasta media noche. A media noche se levantó, agarró las dos hojas de la puerta de la ciudad con sus jambas y su barra*, las arrancó, se las cargó a la espalda, y las subió hasta la cima del monte que está frente a Hebrón.

4. Después de esto, se enamoró de una mujer de la vaguada de Sórec, que se llamaba Dalila.

5. Los jefes* de los filisteos acudieron a Dalila y le dijeron:— Engáñalo y averigua de dónde le viene esa fuerza tan enorme, y cómo podríamos amarrarlo bien fuerte y de esta manera dominarlo. Te daremos cada uno de nosotros mil cien siclos de plata.

6. Dalila dijo a Sansón:— Dime, por favor, ¿de dónde te viene esa fuerza tan enorme y con qué habría que amarrarte para que no puedas desatarte?

7. Sansón le respondió:— Si me amarraran con siete cuerdas de arco todavía frescas y sin secar, perdería la fuerza y sería como un hombre cualquiera.

8. Los jefes* de los filisteos le llevaron a Dalila siete cuerdas de arco frescas, sin secar aún, y ella lo amarró con ellas.

9. Tenía ella hombres escondidos en la alcoba y le gritó:— ¡Sansón! ¡Los filisteos!Rompió Sansón las cuerdas de arco como se rompe el hilo de estopa en cuanto lo toca el fuego. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.

10. Entonces Dalila dijo a Sansón:— Te has reído de mí contándome una patraña; dime, por favor, con qué habría que amarrarte.

11. Respondió Sansón:— Si me amarraran fuertemente con cordeles nuevos sin usar, perdería la fuerza y sería como un hombre cualquiera.

12. Tomó Dalila unos cordeles nuevos, lo amarró con ellos y le gritó:— ¡Sansón! ¡Los filisteos!Tenía ella hombres escondidos en la alcoba, pero él rompió los cordeles de sus brazos como si fueran un hilo.

13. Entonces Dalila dijo a Sansón:— Hasta ahora te has estado burlando de mí y sólo me has contado patrañas. Dime de una vez con qué habría que amarrarte.Él le respondió:— Si entretejieras las siete trenzas de mi cabellera con cordel de tejer y las clavaras con la clavija del tejedor, perdería la fuerza y sería como un hombre cualquiera.

14. Esperó, pues, que Sansón se durmiera, le entretejió las siete trenzas de su cabellera con el cordel de tejer, las clavó con la clavija y le gritó:— ¡Sansón! ¡Los filisteos!Él se despertó de su sueño y arrancó el cordel y la clavija. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.

15. Dalila le dijo:— ¿Cómo puedes decir: “Te amo”, si tu corazón no es mío? Por tres veces te has reído de mí y no me has dicho en qué consiste esa fuerza tan enorme que tienes.

16. Como todos los días lo importunaba con sus palabras y lo tenía ya aburrido,

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