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Jueces 15:4-18 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

4. Se fue Sansón, cazó trescientas zorras y ató los animales cola con cola poniendo una tea entre las dos colas;

5. luego prendió fuego a las teas y soltó las zorras por las mieses de los filisteos. Las gavillas ya atadas y el trigo todavía por segar fueron pasto del fuego; incluso se quemaron las viñas y los olivares.

6. Los filisteos preguntaron:— ¿Quién ha hecho esto?Les respondieron:— Sansón, el yerno del timnita, porque este le ha quitado su esposa y se la ha dado a su amigo.Entonces los filisteos quemaron a aquella mujer y a toda su familia.

7. Sansón les dijo:— ¿Con que así se portan? Pues no he de parar hasta vengarme de ustedes.

8. Y les fue asestando golpe tras golpe hasta causarles un gran estrago. Después bajó a la cueva de la peña de Etán y se quedó allí.

9. Los filisteos acamparon en territorio de Judá e hicieron una incursión por los alrededores de Lejí.

10. Les dijeron los hombres de Judá:— ¿Por qué han subido a luchar contra nosotros?Respondieron:— Hemos venido para capturar a Sansón y devolverle con creces lo que nos ha hecho.

11. Tres mil hombres de Judá bajaron a la gruta de la peña de Etán y dijeron a Sansón:— ¿No sabes que somos vasallos de los filisteos? ¡Vaya problema en que nos has metido!Sansón les respondió:— Yo los he tratado como ellos me han tratado a mí.

12. Ellos le dijeron:— Hemos bajado para amarrarte y entregarte a los filisteos.Sansón les dijo:— Júrenme que no me van a matar ustedes mismos.

13. Le respondieron:— No; sólo queremos amarrarte y entregarte a ellos; pero nosotros no te mataremos.Lo amarraron, pues, con dos cordeles nuevos y lo sacaron de la cueva.

14. Cuando llegó a Lejí, los filisteos salieron a su encuentro con gritos de triunfo. Pero entonces, el espíritu del Señor invadió a Sansón, los cordeles que sujetaban sus brazos no ofrecieron mayor resistencia que la de hilos quemados por el fuego y las ligaduras se deshicieron en sus manos.

15. Agarró una quijada de asno todavía fresca que vio a mano, mató con ella a mil hombres

16. y dijo: “Con quijada de jumento bien que los amontoné; con quijada de jumento, mil hombres maté”.

17. Cuando terminó de hablar, se deshizo de la quijada; por eso se llama aquel lugar Ramat Lejí (“Alto de la Quijada”).

18. Entonces sintió una sed terrible y gritó al Señor diciendo:— Tú has logrado esta gran victoria valiéndote de mí, ¿voy ahora a caer muerto de sed en manos de esos incircuncisos?

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