Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jueces 11:32-37 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

32. Jefté se adentró en territorio amonita para atacarlos, y el Señor se los entregó.

33. Los persiguió desde Aroer hasta cerca de Minit (veinte poblados) y hasta Abel Queramín. La derrota fue total y los amonitas quedaron sometidos a los israelitas.

34. Cuando Jefté volvía a su casa de Mispá, su hija le salió al encuentro bailando al son de las panderetas. Era su única hija; no tenía otros hijos ni otras hijas.

35. Al verla, rasgó sus vestiduras y gritó:— ¡Ay, hija mía, me has destrozado! ¿Por qué has de ser tú la causa de mi desgracia? Me comprometí* ante el Señor y no puedo volverme atrás.

36. Ella le respondió:— Padre mío, puesto que te has comprometido ante el Señor, haz conmigo lo que prometiste, ya que el Señor te ha concedido vengarte de tus enemigos, los amonitas.

37. Después dijo a su padre:— Sólo te pido que me concedas esta gracia: déjame vagar dos meses por los montes y llorar mi virginidad con mis compañeras.

Leer capítulo completo Jueces 11