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Judit 12:8-17 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

8. Al regresar, pedía al Señor, el Dios de Israel, que le hiciera saber de qué manera podría ella conseguir la liberación de los hijos de su pueblo.

9. Después de haberse purificado, volvía Judit a la tienda; y allí permanecía, hasta que al atardecer le traían su alimento.

10. Al cuarto día, Holofernes ofreció únicamente a sus servidores un banquete al que no invitó a ninguno de sus oficiales.

11. Pero a su mayordomo, un eunuco llamado Bagoas le encargó lo siguiente:— Ve, e intenta persuadir a esa mujer hebrea que está a tu cuidado, para que venga acá a comer y beber con nosotros;

12. porque sería una vergüenza para nosotros dejar marchar a una mujer como esa, sin haber disfrutado de ella. Si no logro conquistarla, se burlará de mí.

13. Salió Bagoas de la presencia de Holofernes, entró donde estaba Judit y le dijo:— Hermosa joven, ven conmigo sin reparo para presentarte a mi señor y ser honrada por él, y para beber vino alegremente en nuestra compañía. Así serás tratada hoy como una de las mujeres asirias que viven en el palacio de Nabucodonosor.

14. Judit le respondió:— ¿Quién soy yo para oponerme a mi señor? ¡Para mí será un motivo de alegría, hasta el día de mi muerte, hacer todo lo que a él le agrade!

15. Seguidamente se levantó y se atavió con sus vestiduras y con todas sus galas femeninas. Su criada, precediéndola, extendió ante Holofernes las pieles de oveja que Bagoas le había dado para que Judit, reclinada sobre ellas, tomara su alimento diario.

16. En cuanto entró Judit y se reclinó, Holofernes se sintió cautivado. Su espíritu se turbó y ardió de pasión por ella, pues desde que la vio por primera vez esperaba la ocasión de poseerla.

17. Le dijo Holofernes:— ¡Bebe y pásatelo bien con nosotros!

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