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Jeremías 1:32-43 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

32. Los sacerdotes visten a sus mujeres y a sus hijos con las ropas de los dioses,

33. y tanto si los tratan mal como si los tratan bien, esos dioses no pueden devolver pago alguno. Ni tampoco pueden poner un rey ni deponerlo.

34. Son incapaces de otorgar riquezas o dinero; y si alguien les hace una promesa y no la cumple, no le piden cuentas.

35. A nadie pueden librar de la muerte ni arrancar al débil de manos del poderoso.

36. No devuelven la vista al ciego ni socorren al menesteroso.

37. No se compadecen de la viuda ni van en ayuda del huérfano.

38. Esos dioses de madera, forrados de oro y plata, se parecen a las piedras de las montañas. ¡Sus servidores quedarán avergonzados!

39. ¿Cómo se puede pensar o decir que se trata de dioses?

40. Hasta los mismos caldeos los desacreditan, pues cuando ven a un mudo incapaz de hablar, se lo presentan a Bel y le piden que le devuelva el habla, como si Bel pudiera oírlos.

41. ¡Pero ellos, faltos de sentido e incapaces de reflexionar, no abandonan a esos dioses!

42. En cuanto a las mujeres, se ciñen la cintura con cuerdas* y se sientan a la vera de los caminos, para quemar salvado.

43. Y cuando alguna de ellas es solicitada por algún transeúnte para que se acueste con él, se burla de su vecina, que ni fue escogida como ella ni le desataron la cuerda.

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