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Jeremías 1:22-33 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

22. A la vista está que no son dioses. ¡No les tengan temor alguno!

23. Con el propósito de embellecerlos, los han recubierto de oro; pero si nadie les limpia el moho, ellos mismos no pueden hacerlo brillar. ¡Ni siquiera se enteraban cuando los estaban fundiendo!

24. A muy alto costo fueron comprados, pero en ellos no hay un mínimo soplo de vida.

25. Como carecen de pies, han de ser llevados en andas, con lo cual manifiestan ante todos su completa inutilidad. Además, también sus servidores se avergüenzan, ya que si uno de esos dioses cae a tierra, son ellos quienes tienen que levantarlo;

26. si se los pone de pie, no pueden moverse por sí mismos; y si se inclinan, no se pueden enderezar. Hacerles ofrendas es como hacérselas a muertos.

27. Sus sacerdotes venden en su propio beneficio las víctimas de los sacrificios. Y las mujeres de los sacerdotes hacen lo mismo: conservan en sal parte de las víctimas, pero no dan nada a los pobres y desvalidos. ¡Son mujeres que, aunque estén en menstruación o recién paridas, no tienen reparo en tocar a las víctimas!

28. A la vista está que no son dioses, no les tengan ningún temor.

29. ¿Cómo se les puede llamar dioses? Son las mujeres las que presentan ofrendas a tales dioses de plata, oro o madera.

30. En sus templos los llevan los sacerdotes en procesión, con las túnicas desgarradas, el cabello y la barba rapados y la cabeza descubierta;

31. y gritan y dan alaridos ante sus dioses, como quienes lo hacen en los banquetes fúnebres.

32. Los sacerdotes visten a sus mujeres y a sus hijos con las ropas de los dioses,

33. y tanto si los tratan mal como si los tratan bien, esos dioses no pueden devolver pago alguno. Ni tampoco pueden poner un rey ni deponerlo.

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