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Jeremías 1:2-19 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

2. Cuando lleguen a Babilonia, permanecerán en ella durante muchos años, por un tiempo muy largo, hasta siete generaciones. Después de eso, yo los sacaré de allí en paz.

3. En Babilonia verán dioses de plata, de oro o de madera, que son llevados a hombros y reverenciados por los paganos.

4. ¡Tengan cuidado de no ser como ellos, de no parecerse a esos extranjeros ni rendir culto a sus dioses!

5. Y cuando vean que la multitud los adora, precediéndolos o siguiéndolos, digan en su corazón: “Solamente a ti, Señor, adoraremos”.

6. Porque mi ángel estará con ustedes y les protegerá la vida.

7. Esos dioses recubiertos de oro y de plata tienen lengua, pero es falsa. No pueden hablar, porque son obras de artesanos.

8. La gente hace coronas de oro y las pone en la cabeza de sus dioses, como si se tratara de muchachas que gustan de acicalarse.

9. A veces sucede que, incluso los propios sacerdotes, roban el oro y la plata de sus dioses para su provecho personal o para hacer regalos a las prostitutas de sus templos.

10. Además adornan con vestiduras a esos dioses de plata, de oro y de madera, como si se tratara de seres humanos; pero ellos no pueden protegerse del moho ni de la carcoma.

11. Están cubiertos con mantos de púrpura, pero es menester limpiarles la cara porque el polvo del templo se amontona sobre ellos.

12. Hay algunos que llevan cetro, como si fueran el juez de un país; pero si alguien los ofende, no pueden condenarlo a muerte.

13. Otros llevan en su diestra un puñal o un hacha, pero no pueden librarse a sí mismos de la guerra ni de los bandidos.

14. A la vista está que no son dioses; no les tengan ningún temor.

15. Esos dioses que han instalado en sus templos son tan inútiles como una vasija rota

16. y tienen los ojos llenos del polvo que levantan los pies de los que entran allí.

17. Y así como se encierra en una celda a quien va a ser ajusticiado por haber ofendido al rey, así también los sacerdotes cierran los templos con puertas, cerrojos y barras, para impedir que sus dioses sean despojados por los ladrones.

18. Les encienden más lámparas de las que necesitan para sí mismos, pero sus dioses no pueden verlas.

19. Son como las vigas del templo, de las que se dice que están carcomidas: pues de la tierra salen gusanos que se los comen junto con sus vestidos, sin que ellos se aperciban de nada.

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