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Génesis 24:14-31 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

14. La muchacha a quien yo diga: “por favor, inclina tu cántaro para que pueda beber”, y ella me responda: “Bebe, y también voy a dar de beber a tus camellos”, esa será la que tú has destinado para tu siervo Isaac. Así podré estar seguro de que has sido bondadoso con mi amo.

15. Aún no había terminado de orar, cuando Rebeca, la hija de Betuel, hijo de Milcá y de Najor, hermano de Abrahán, salía con su cántaro al hombro.

16. La muchacha era muy bella y, además, era virgen pues no había tenido relaciones sexuales con ningún hombre. Bajó a la fuente, llenó el cántaro y ya regresaba

17. cuando el criado de Abrahán corrió a su encuentro y le dijo:— Por favor, déjame beber un poco de agua de tu cántaro.

18. Ella respondió:- Bebe, señor mío.Y enseguida bajó su cántaro y, sosteniéndolo entre sus manos, le dio de beber.

19. Cuando el criado acabó de beber, Rebeca le dijo:— Traeré agua también para que tus camellos beban toda la que quieran.

20. Vació, pues, rápidamente su cántaro en el abrevadero, corrió a sacar más agua del pozo y trajo para todos los camellos.

21. El hombre, mientras tanto, la miraba en silencio, preguntándose si el Señor había dado o no éxito a su viaje.

22. Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba unos seis gramos, y dos brazaletes de oro que pesaban algo más de cien gramos para las muñecas de la muchacha,

23. y le dijo:— Dime de quién eres hija y si habrá sitio en la casa de tu padre para pasar la noche.

24. Ella respondió:— Soy hija de Betuel, el hijo de Milcá y de Najor.

25. Y añadió:— En nuestra casa hay paja y forraje en abundancia, y también hay sitio para pasar la noche.

26. Entonces el hombre se arrodilló y adoró al Señor,

27. diciendo:— ¡Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abrahán, que no ha dejado de manifestar con mi amo su amor y su fidelidad guiando mis pasos hasta la casa de sus parientes!

28. La muchacha corrió a casa a contárselo todo a su madre.

29-30. Rebeca tenía un hermano llamado Labán. Este, apenas vio el anillo y los brazaletes de su hermana y oyó contar todo lo que aquel hombre le había dicho a Rebeca, salió corriendo hacia la fuente en busca del hombre. Al llegar, lo encontró con sus camellos junto a la fuente.

31. Y le dijo:— Ven, bendito del Señor, no te quedes ahí fuera. Ya he preparado alojamiento y un lugar para los camellos.

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