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Ezequiel 36:23-38 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

23. Santificaré mi nombre glorioso, profanado por ustedes entre las naciones, y reconocerán las naciones que yo soy el Señor —oráculo del Señor Dios— cuando vean que me sirvo de ustedes para manifestar mi santidad.

24. Los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los traeré a su tierra.

25. Los rociaré con agua pura y los purificaré de todas sus impurezas; pienso purificarlos de todos sus ídolos.

26. Les daré un corazón nuevo y derramaré un espíritu nuevo en medio de ustedes; les arrancaré del cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.

27. Derramaré mi espíritu en medio de ustedes y haré que se porten conforme a mis normas: respetarán y cumplirán mis leyes.

28. Habitarán en el país que di a sus antepasados; serán mi pueblo y yo seré su Dios.

29. Los pondré a salvo de todas sus inmundicias; haré que el grano abunde y se multiplique, y no dejaré que pasen hambre.

30. Multiplicaré los frutos de los árboles y la cosecha del campo, para que no tengan que soportar de nuevo entre las naciones el oprobio que supone pasar hambre.

31. Entonces se acordarán de su conducta indigna y de sus malas acciones, y sentirán asco de ustedes mismos, de sus pecados y de sus abominaciones.

32. Que quede claro que no haré eso por consideración a ustedes —oráculo del Señor Dios—; avergüéncense y abochórnense de su conducta, pueblo de Israel.

33. Esto dice el Señor Dios: El día en que los purifique de todos sus pecados, repoblaré las ciudades y serán reconstruidas las ruinas;

34. la tierra devastada será cultivada, dejará de ser aquella desolación que contemplaban todos cuantos pasaban.

35. Y la gente dirá: Aquella tierra devastada se ha convertido en un jardín de Edén, y las ciudades arruinadas, devastadas y demolidas se han transformado en fortalezas habitadas.

36. Y las naciones que han sobrevivido en torno a ustedes reconocerán que yo, el Señor, he reconstruido lo demolido y he replantado lo devastado. Yo, el Señor, lo digo y lo hago.

37. Esto dice el Señor Dios: Todavía dejaré que me busquen los israelitas, de modo que yo los multiplique como si fueran un rebaño humano,

38. un rebaño de reses consagradas, como el rebaño que se concentra en Jerusalén con ocasión de las grandes festividades. De manera parecida, las ciudades arruinadas se llenarán de un rebaño humano. Y reconocerán que yo soy el Señor.

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