Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 34:5-12 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

5. Han andado dispersas, sin pastor, convertidas en presa de todas las fieras del campo.

6. Mi rebaño anda errante por todos los montes y colinas, disperso por todo el país, sin que nadie se preocupe por él ni lo busque.

7. Por eso, escuchen, pastores, la palabra del Señor.

8. Lo juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios—: Ustedes han abandonado a mi rebaño a merced del pillaje, hasta convertirlo, por falta de pasto, en presa de todas las fieras del campo; no se han preocupado de mi rebaño y se han apacentado a ustedes mismos, en lugar de apacentar a mi rebaño;

9. pues escuchen ahora, pastores, la palabra del Señor.

10. Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy, enfrentado a los pastores. Voy a exigir que me devuelvan mi rebaño, voy a poner fin a su oficio de pastores; ya no volverán a apacentarse a sí mismos; arrancaré a mis ovejas de sus fauces para que ya no les sirvan de alimento.

11. Esto dice el Señor Dios: Yo mismo buscaré a mi rebaño y velaré por él.

12. Del mismo modo que el pastor vela por sus ovejas cuando andan dispersas, así velaré yo por mis ovejas y las sacaré de todos los lugares por donde se habían dispersado en días de densa niebla.

Leer capítulo completo Ezequiel 34