Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 16:2-9 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

2. — Hijo de hombre, da a conocer a Jerusalén sus infidelidades.

3. Dirás: Esto dice el Señor Dios a Jerusalén: Por tu origen y tus antepasados, eres del país de los cananeos. Tu padre era amorreo* y tu madre hitita.

4. El día de tu nacimiento no te cortaron el cordón umbilical, no fuiste lavada, no fuiste frotada con sal ni envuelta en pañales.

5. Nadie se compadeció de ti ni, movido por la piedad, te hizo nada de eso, sino que fuiste arrojada en el campo el día de tu nacimiento, pues dabas asco.

6. Pero pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre; entonces te dije: Vive

7. y desarróllate como los brotes del campo. Efectivamente, te desarrollaste, creciste y te llegó el tiempo de la menstruación. Tus pechos* se afianzaron y te brotó el vello púbico, pero seguías desnuda del todo.

8. Pasé junto a ti y, al verte, me di cuenta que te había llegado el tiempo del amor. Extendí entonces mi manto y cubrí tu desnudez, e hice alianza contigo bajo juramento —oráculo del Señor Dios—. Así fuiste mía.

9. Te lavé, te limpié la sangre que llevabas encima y te perfumé.

Leer capítulo completo Ezequiel 16