Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 16:18-29 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

18. Los cubriste con tus vestidos recamados y les ofreciste el aceite y el incienso que yo te había dado.

19. También les ofreciste, como ofrenda aromática, el pan que yo te había dado y la flor de harina, el aceite y la miel con que yo te había alimentado —oráculo del Señor Dios—.

20. Tomaste a tus hijos e hijas, que me habías dado a luz, y se los ofreciste en sacrificio como alimento. Y como te parecía poco tu conducta de prostituta,

21. degollaste a mis hijos y se los ofreciste para que fueran pasados por el fuego.

22. Con todas tus abominaciones y prostituciones no te acordaste de cuando eras una niña y estabas desnuda del todo, de cuando te revolcabas en tu sangre.

23. Y aparte de todas estas infamias ¡ay de ti! —oráculo del Señor Dios—,

24. te construiste un prostíbulo y en todas las plazas te hiciste un altar.

25. Erigiste tus altares en los cruces de todos los caminos, deshonrando tu hermosura, y te abrías de piernas a todo el que pasaba, agravando así tu conducta de prostituta.

26. Te prostituiste con los egipcios, esos vecinos tuyos de enormes genitales, y agravaste tu conducta de prostituta con ánimo de provocarme.

27. Entonces extendí mi mano contra ti, reduje tu ración y te puse a merced de tus enemigas las filisteas, que se avergonzaron de tu conducta inmoral.

28. Te prostituiste con los asirios, pues por lo visto no habías tenido suficiente, y aun así no te hartaste.

29. Agravaste tu conducta de prostituta en tierra de comerciantes, en Caldea; y ni aun así te hartaste.

Leer capítulo completo Ezequiel 16