Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Éxodo 4:9-16 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

9. pero si no te creen ni te hacen caso con ninguno de estos dos prodigios, toma agua del río, derrámala por el suelo y el agua se convertirá en sangre.

10. Moisés insistió:— Señor, yo no tengo facilidad de palabra, y esto no me ocurre sólo ahora que estás hablando con tu siervo, sino que me viene de antes; soy poco elocuente y se me traba la lengua.

11. El Señor le respondió:— ¿Quién le ha dado la boca al ser humano? ¿Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿Acaso no he sido yo, el Señor?

12. Por tanto, vete. Yo estaré en tu boca cuando hables y te indicaré lo que tienes que decir.

13. Moisés volvió a replicar:— ¡Por favor, Señor, envía a cualquier otro!

14. Se enojó el Señor con Moisés y le dijo:— ¡Ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Además, él viene ya a tu encuentro y se va a alegrar mucho de verte.

15. Tú le indicarás lo que debe decir; yo estaré en la boca de ustedes cuando hablen, y les daré instrucciones acerca de lo que deben hacer.

16. Él hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz, y tú harás para él las veces de Dios.

Leer capítulo completo Éxodo 4