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Éxodo 4:6-22 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

6. Y continuó diciendo el Señor:— Mete tu mano en el pecho.Así lo hizo Moisés y, cuando la sacó, estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve.

7. Entonces el Señor le dijo:— Ahora vuelve a meter tu mano en el pecho.Él la volvió a meter y, cuando la sacó, estaba tan sana como el resto del cuerpo.

8. — Si no te creen ni te hacen caso con el primer prodigio, te creerán con el segundo;

9. pero si no te creen ni te hacen caso con ninguno de estos dos prodigios, toma agua del río, derrámala por el suelo y el agua se convertirá en sangre.

10. Moisés insistió:— Señor, yo no tengo facilidad de palabra, y esto no me ocurre sólo ahora que estás hablando con tu siervo, sino que me viene de antes; soy poco elocuente y se me traba la lengua.

11. El Señor le respondió:— ¿Quién le ha dado la boca al ser humano? ¿Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿Acaso no he sido yo, el Señor?

12. Por tanto, vete. Yo estaré en tu boca cuando hables y te indicaré lo que tienes que decir.

13. Moisés volvió a replicar:— ¡Por favor, Señor, envía a cualquier otro!

14. Se enojó el Señor con Moisés y le dijo:— ¡Ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Además, él viene ya a tu encuentro y se va a alegrar mucho de verte.

15. Tú le indicarás lo que debe decir; yo estaré en la boca de ustedes cuando hablen, y les daré instrucciones acerca de lo que deben hacer.

16. Él hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz, y tú harás para él las veces de Dios.

17. Lleva contigo esta vara, pues con ella harás prodigios.

18. Moisés volvió a casa de su suegro Jetró, y le dijo:— Déjame ir a Egipto. Tengo que regresar adonde están mis hermanos, para ver si siguen vivos.Respondió Jetró:— Vete en paz.

19. Y es que el Señor le había dicho a Moisés en Madián: “Regresa a Egipto porque ya han muerto todos los que querían matarte”.

20. Así que Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en el asno y emprendió el regreso a Egipto. En su mano llevaba la vara de Dios.

21. El Señor le dijo:— Cuando regreses a Egipto, recuerda todos los prodigios que te he concedido realizar. Hazlos delante del faraón; aunque yo haré que se muestre intransigente y no deje salir a los israelitas.

22. Entonces dirás al faraón:— Esto es lo que ha dicho el Señor: Israel es mi hijo, mi primogénito.

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