13. Al contrario, derriben sus altares, destruyan sus piedras votivas y talen sus árboles sagrados.
14. No adores a dioses extranjeros porque yo, el Señor, llevo el nombre de “Celoso” y soy un Dios celoso.
15. No hagas ninguna alianza con los habitantes de aquel país, no sea que cuando ellos rindan culto a sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten también a ti y tengas que comer de las víctimas sacrificadas.