1. Moisés pastoreaba el rebaño de Jetró, su suegro, sacerdote de Madián. Conduciendo el rebaño a través del desierto, llegó al Horeb*, el monte de Dios.
2. Allí se le apareció el ángel del Señor como una llama de fuego, en medio de una zarza. Se fijó y quedó sorprendido al ver que la zarza ardía, pero no se consumía.
3. Entonces Moisés se dijo:— Voy a acercarme para observar este extraño fenómeno, y ver por qué no se consume la zarza.
4. Al ver el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:— ¡Moisés! ¡Moisés!— Aquí estoy, respondió Moisés.
5. Dios le dijo:— No te acerques; quítate las sandalias, porque estás pisando un lugar sagrado.