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Ester Griego 5:1d-3 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

1d. Alzó el rey su rostro radiante de gloria, pero su gesto se hizo terrible al ver a la reina. Ella mudó de color y, sintiendo que se desvanecía, reclinó la cabeza sobre la doncella que iba delante.

1e. En aquel preciso momento, cambió Dios en amabilidad el espíritu del rey, que se levantó angustiado del trono y la tomó entre sus brazos hasta que volvió en sí. Luego, con palabras llenas de dulzura, la animó diciendo:

1f. — ¿Qué te sucede, Ester? Yo soy tu esposo, no temas. Tú no vas a morir, pues el decreto promulgado se refiere a los demás, no a ti. Ven, acércate.[

2. Cuando el rey vio a Ester en el patio le agradó su compañía y extendió hacia ella el cetro de oro que llevaba en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro.]

2a. Después, levantando el cetro de oro, lo puso sobre el cuello de Ester, la besó y le dijo:— Háblame.

2b. Mientras hablaba, volvió a desvanecerse. El rey se sintió entonces muy intranquilo, mientras que toda su servidumbre trataba de reanimar a Ester.[

3. El rey preguntó a Ester:— ¿Qué te ocurre reina Ester? ¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino!

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