Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Eclesiástico 28:1-19 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

1. El Señor se vengará del vengativoy en modo alguno pasará por alto sus pecados.

2. Perdona a tu prójimo sus ofensasy podrás pedir al Señor que perdone tus pecados.

3. Si alimentas rencor contra tu prójimo,¿cómo vas a pedir al Señor que te cure?

4. Si no tienes compasión de tu semejante,¿cómo te atreves a suplicar por tus pecados?

5. Si uno guarda rencor, siendo un simple mortal,¿quién le obtendrá el perdón de sus pecados?

6. Piensa en tu fin y abandona toda enemistad;piensa en la corrupción y en la muertey no dejes de cumplir los mandamientos.

7. Ten presentes los mandamientosy no guardes rencor al prójimo;recuerda la alianza con el Altísimoy no te importe perdonar el error.

8. No te enzarces en riñas y disminuirás tus pecados,pues el iracundo multiplica enemistades.

9. El pecador enturbia las relaciones entre amigos,y donde hay paz siembra discordias.

10. Según alimentes el fuego, así arderá;a mayor violencia, más enconada la disputa.Cuanto mayor sea la fuerza, mayor el furor;cuanto mayor la riqueza, mayor el rencor.

11. Discusión repentina provoca un incendio,riña acalorada hará correr sangre.

12. Si soplas sobre brasas, se avivarán;si escupes sobre ellas, se apagarán.¡Y ambas cosas salen de tu boca!

13. ¡Malditos sean el chismoso y el falaz,ruina de tantos bien avenidos!

14. A muchos ha perturbado la calumniadispersándolos de país en país;destruyó ciudades fortificadasy derribó poderosas dinastías.

15. La calumnia hizo repudiar a esposas ejemplaresprivándolas del fruto de sus trabajos.

16. El que da oído a calumnias vive sobre ascuas,jamás podrá encontrar tranquilidad.

17. La herida del látigo produce moratones,la herida de la lengua quebranta los huesos.

18. Son muchos los muertos a filo de espada,aún muchos más los que ocasionó la lengua.

19. Afortunado el que vive a cubierto de sus golpes,el que no ha experimentado su furor,el que no tiene que soportar su yugo,el que no ha quedado atrapado en sus cadenas.

Leer capítulo completo Eclesiástico 28