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Deuteronomio 9:4-17 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

4. Y cuando el Señor tu Dios los haya expulsado ante tus ojos, no vayas a pensar: “El Señor me ha permitido tomar posesión de esta tierra porque soy justo”. Si el Señor los expulsó delante de ti, es porque ellos son culpables.

5. Si vas a tomar posesión de esta tierra no es por tus méritos ni porque seas mejor, sino que el Señor los expulsará delante de ti a causa de la propia maldad de ellos y para cumplir la alianza que juró a tus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob.

6. No te quepa duda de que, si el Señor te da esta fértil tierra, no es por tus méritos ni porque seas mejor, pues tú también eres un pueblo terco.

7. Recuerda esto y nunca olvides cómo encendiste la ira del Señor tu Dios en el desierto. Desde el día en que saliste de Egipto hasta que llegaste a este lugar no han dejado de rebelarse contra el Señor.

8. Hasta tal punto irritaron al Señor en Horeb y tanto se enojó contra ustedes, que a punto estuvo de destruirlos.

9. Cuando subí al monte Horeb para recibir las losas de piedra, las losas de la alianza que el Señor sellaba con ustedes, yo permanecí arriba, en el monte, cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber.

10. Allí el Señor me dio dos losas de piedra en las que él mismo había escrito con su dedo todas las palabras que les dijo en el monte, en medio del fuego, el día de la asamblea.

11. Pasados aquellos cuarenta días y cuarenta noches, el Señor me dio las dos losas de piedra, las losas de la alianza,

12. y me dijo: Desciende en seguida del monte, porque tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto, se ha pervertido; muy pronto se ha apartado del camino que yo les había indicado, y se ha fabricado un ídolo de metal fundido.

13. Y añadió el Señor: Me estoy dando cuenta de que este pueblo es muy terco;

14. déjame que los aniquile hasta que nadie los recuerde nunca más. Después haré que tú des origen a una nación más numerosa y fuerte que la de ellos.

15. Yo me volví y descendí de la montaña, que ardía envuelta en llamas, llevando en mis manos las dos losas de la alianza.

16. Y cuando vi que, efectivamente, ustedes habían pecado contra el Señor su Dios al fabricarse un becerro de metal, y se habían apartado muy pronto del camino que el Señor les había indicado,

17. tomé las dos losas que traía en mis manos y las arrojé delante de ustedes haciéndolas añicos.

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