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Daniel 5:18-26 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

18. El Dios Altísimo, majestad, concedió a tu padre Nabucodonosor soberanía, poder, fama y honor.

19. A causa de aquel poder que el Dios Altísimo le había concedido, la gente de todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban de miedo ante él. Ejecutaba o dejaba con vida a quien quería; a unos engrandecía y a otros humillaba.

20. Pero, al volverse soberbio, orgulloso y arrogante, fue desposeído del trono y despojado de su gloria.

21. Dejó de vivir entre personas, su entendimiento quedó reducido al de las bestias, vivía entre los asnos salvajes, comía hierba como los toros y el rocío empapaba su cuerpo; hasta que reconoció que el Dios Altísimo controla los reinos humanos y se los da a quien quiere.

22. Tú, Baltasar, que eres hijo suyo, sabías bien todo esto. Sin embargo, no has sido humilde,

23. te has rebelado contra el Señor del cielo haciendo traer las copas de su Templo para beber en ellas en compañía de tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas, al tiempo que alababas a tus dioses de plata y de oro, de bronce y de hierro, de leño y de piedra, que ni ven, ni oyen ni entienden. Además no has glorificado al Dios que tiene tu vida en sus manos y de quien depende todo lo que hagas.

24. Por eso ha enviado la mano que ha dejado esa inscripción.

25. La inscripción dice así: “mené, téquel, fares”.

26. Su interpretación es la siguiente: “mené” quiere decir “contado”, es decir: Dios ha contado los días de tu reinado y ha determinado su fin;

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