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Baruc 2:24-35 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

24. Pero como nosotros no obedecimos tu mandato de servir al rey de Babilonia, tú cumpliste las palabras que habías anunciado por medio de tus siervos los profetas: que los huesos de nuestros reyes y los huesos de nuestros antepasados serían sacados de sus tumbas.

25. Así ha sido, en efecto, pues los huesos de quienes murieron entre crueles sufrimientos a causa del hambre, la guerra y la peste, fueron arrojados al calor del día y al frío de la noche.

26. Y por la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá, tú has reducido el Templo donde se invocaba tu nombre, al estado en que hoy se encuentra.

27. Sin embargo, Señor Dios nuestro, tú nos has tratado con bondad según tu gran misericordia,

28. tal como lo habías anunciado por medio de tu siervo Moisés el día en que le ordenaste escribir la ley en presencia de los israelitas, diciendo:

29. “Si no hacen caso a mi voz, esta incontable muchedumbre quedará reducida a un pequeño número en medio de las naciones entre las cuales la dispersaré.

30. Yo sé que no van a obedecerme, porque es un pueblo muy terco; pero en el país de su exilio reflexionarán

31. y reconocerán que yo soy el Señor su Dios. Yo les daré un corazón dócil y unos oídos atentos,

32. y ellos me alabarán en el país de su exilio y se acordarán de mi nombre.

33. Se arrepentirán de su obstinación y de su perversa actitud, al recordar lo que les sucedió a sus antepasados por haber pecado contra el Señor.

34. Entonces los haré regresar a la tierra que juré dar a Abrahán, a Isaac y a Jacob, sus antepasados, para que la poseyeran. Los multiplicaré, y no disminuirá su número.

35. Estableceré con ellos una alianza eterna, según la cual yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo; y nunca más haré que mi pueblo Israel salga de la tierra que les he dado”.

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