Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Reyes 5:12-19 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

12. ¿Acaso no valen más los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar, que todas las aguas de Israel? ¿Y no podría haberme bañado en ellos para quedar limpio?Naamán dio media vuelta y se marchó enfurecido.

13. Pero sus servidores se acercaron y le dijeron:— Padre, si el profeta te hubiera mandado algo extraordinario, ¿no lo habrías hecho? Pues con más razón cuando sólo te ha dicho que te bañes para quedar limpio.

14. Entonces Naamán bajó al Jordán, se bañó siete veces, como le había mandado el profeta, y su carne quedó limpia como la de un niño.

15. Luego volvió con toda su comitiva a ver al profeta. Al llegar, se presentó ante él y le dijo:— Ahora reconozco que en toda la tierra no hay más Dios que el de Israel. Te ruego, pues, que aceptes un regalo de tu servidor.

16. Pero Eliseo respondió:— Te juro por el Señor a quien sirvo que no aceptaré nada.Y por más que le insistió, no quiso aceptar.

17. Entonces Naamán dijo:— Permite, al menos, que me lleve en un par de mulas dos cargas de tierra de Israel, pues no volveré a ofrecer holocaustos ni sacrificios a más dioses que al Señor.

18. Sólo pido perdón al Señor por una cosa: cuando mi soberano vaya a orar al templo de Rimón, apoyándose en mi brazo y yo tenga que arrodillarme con él en el templo de Rimón, que el Señor me perdone por esa acción.

19. Eliseo le dijo:— Vete tranquilo.Naamán se marchó y apenas hubo recorrido un corto trayecto,

Leer capítulo completo 2 Reyes 5