Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Reyes 20:8-18 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

8. Entonces Ezequías preguntó a Isaías:— ¿Cuál será la señal de que el Señor me curará y de que en tres días podré ir al Templo?

9. Isaías le respondió:— Esta será la señal de que el Señor cumplirá la promesa que te ha hecho. ¿Qué prefieres, que la sombra avance diez grados o que retroceda otros tantos?

10. Ezequías dijo:— Lo normal es que la sombra avance. Prefiero que retroceda diez grados.

11. Entonces el profeta Isaías invocó al Señor, y el Señor hizo que la sombra retrocediera diez grados en el reloj de sol de Ajaz.

12. Por entonces* el rey de Babilonia, Merodac Baladán, hijo de Baladán, mandó una carta y un regalo a Ezequías, pues se había enterado de que estaba enfermo.

13. Ezequías atendió a los mensajeros y les mostró el palacio y sus tesoros: la plata y el oro, las especias y perfumes, la armería y todo lo que había en sus depósitos. Ezequías no dejó nada sin enseñarles de su palacio y de todos sus dominios.

14. Luego el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó:— ¿Qué te dijeron esos hombres? ¿De dónde han venido?Ezequías respondió:— Han venido de Babilonia, un país lejano.

15. Isaías preguntó de nuevo:— ¿Y qué han visto en tu palacio?Ezequías le dijo:— Todo lo que hay en palacio. No ha quedado nada de mis tesoros por enseñarles.

16. Entonces Isaías le dijo:— Escucha este mensaje del Señor:

17. “Llegará un día en que se llevarán a Babilonia todo lo que hay en tu palacio, todo lo que tus antepasados han reunido hasta hoy, y no quedará nada, dice el Señor.

18. Incluso a algunos de los hijos que tienes y que has engendrado, los emplearán como eunucos en el palacio del rey de Babilonia.”

Leer capítulo completo 2 Reyes 20