Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Macabeos 15:18-32 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

18. Aunque también sentían temor por sus mujeres y sus hijos, por sus hermanos y parientes; pero entendían que lo primero y principal consistía en la santidad del Templo.

19. De igual manera, la angustia se apoderó de los que aún permanecían en la ciudad preocupados como estaban por la lucha que iba a librarse en campo abierto.

20. Mientras todos aguardaban el desenlace de aquella acción inminente, el enemigo, concentradas sus fuerzas, avanzaba en orden de combate, con los elefantes estratégicamente situados y la caballería ocupando los flancos.

21. El Macabeo, al ver el ejército que se aproximaba, la variedad de sus armas y la ferocidad de sus elefantes, levantó las manos al cielo e invocó al Señor que hace prodigios, pues él sabía muy bien que la victoria no depende de las armas, sino que el Señor decide concederla a quienes son dignos de ella.

22. La invocación de Judas fue así:— Tú, Señor, que habiendo enviado tu ángel a Ezequías, rey de Judá, exterminaste a ciento ochenta y cinco mil hombres del campamento de Senaquerib,

23. envía también ahora, Soberano de los cielos, un ángel bueno delante de nosotros, para que cunda el pánico entre ellos y los haga temblar.

24. Que con la fuerza de tu brazo queden aterrados esos que blasfeman contra tu santo pueblo.Así terminó su oración.

25. Mientras tanto, las tropas de Nicanor avanzaban al son de trompetas y cantos guerreros;

26. los hombres de Judas, por su parte, acometieron al enemigo entre súplicas y oraciones.

27. Luchaban con las manos, pero invocaban a Dios con el corazón; de esta manera, muy alegres por la manifiesta ayuda de Dios, mataron a no menos de treinta y cinco mil enemigos.

28. Una vez terminada la lucha, al retirarse llenos de alegría, descubrieron a Nicanor, tendido en tierra con toda su armadura.

29. Entonces, entre gritos y clamores, bendecían al Señor en su lengua materna.

30. Y Judas, que se había entregado por entero, en cuerpo y alma, a combatir en primera línea en favor de sus conciudadanos, y que desde su juventud mantenía el afecto por sus compatriotas, ordenó que le cortaran a Nicanor la cabeza y el brazo derecho hasta el hombro, y que los llevaran a Jerusalén.

31. Al llegar Judas allí, convocó a sus compatriotas y a los sacerdotes, y puesto delante del altar mandó llamar a los de la ciudadela

32. y les mostró la cabeza del malvado Nicanor y la mano que aquel blasfemo, en el colmo de su arrogancia, había osado levantar contra el santo Templo del Todopoderoso.

Leer capítulo completo 2 Macabeos 15