Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Macabeos 10:25-32 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

25. Cuando el Macabeo y sus hombres se dieron cuenta de que Timoteo se les estaba acercando, se pusieron a orar a Dios, cubierta de polvo la cabeza y ceñida la cintura con cilicio.

26. Postrados al pie del altar, suplicaban a Dios que les fuera favorable mostrándose enemigo de sus enemigos y adversario de sus adversarios, como especifica la ley.

27. Concluida la oración, empuñaron las armas y se alejaron un buen trecho de la ciudad. Luego, cuando ya estaban cerca del enemigo, se detuvieron.

28. El combate entre los dos bandos se entabló al amanecer. Los unos contaban —como garantía de éxito y de victoria— no sólo con su valor, sino con la confianza puesta en el Señor. Los otros, en cambio, luchaban únicamente a base de coraje.

29. En lo más encarnizado del combate, los enemigos vieron aparecer en el cielo a cinco hombres majestuosos, que montaban sendos caballos con frenos de oro y que se pusieron al frente de los judíos;

30. en medio de ellos pusieron al Macabeo, al que defendían con sus armas, haciéndolo invulnerable. También arrojaban flechas y rayos contra los enemigos, los cuales, cegados y aturdidos, se dispersaron en total desorden.

31. Así murieron degollados veinte mil quinientos soldados de infantería y seiscientos de caballería.

32. Timoteo huyó a refugiarse en la fortaleza de Guézer, que estaba muy bien protegida bajo el mando de Quereas.

Leer capítulo completo 2 Macabeos 10