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2 Macabeos 10:23-38 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

23. Todo lo llevó a feliz término y con las armas en la mano dio muerte, entre ambas fortalezas, a más de veinte mil enemigos.

24. Timoteo, a quien ya antes habían derrotado los judíos, reclutó una numerosa tropa de mercenarios a la que agregó un fuerte contingente de caballería procedente de Asia. Luego se presentó con la intención de apoderarse de Judea.

25. Cuando el Macabeo y sus hombres se dieron cuenta de que Timoteo se les estaba acercando, se pusieron a orar a Dios, cubierta de polvo la cabeza y ceñida la cintura con cilicio.

26. Postrados al pie del altar, suplicaban a Dios que les fuera favorable mostrándose enemigo de sus enemigos y adversario de sus adversarios, como especifica la ley.

27. Concluida la oración, empuñaron las armas y se alejaron un buen trecho de la ciudad. Luego, cuando ya estaban cerca del enemigo, se detuvieron.

28. El combate entre los dos bandos se entabló al amanecer. Los unos contaban —como garantía de éxito y de victoria— no sólo con su valor, sino con la confianza puesta en el Señor. Los otros, en cambio, luchaban únicamente a base de coraje.

29. En lo más encarnizado del combate, los enemigos vieron aparecer en el cielo a cinco hombres majestuosos, que montaban sendos caballos con frenos de oro y que se pusieron al frente de los judíos;

30. en medio de ellos pusieron al Macabeo, al que defendían con sus armas, haciéndolo invulnerable. También arrojaban flechas y rayos contra los enemigos, los cuales, cegados y aturdidos, se dispersaron en total desorden.

31. Así murieron degollados veinte mil quinientos soldados de infantería y seiscientos de caballería.

32. Timoteo huyó a refugiarse en la fortaleza de Guézer, que estaba muy bien protegida bajo el mando de Quereas.

33. Durante cuatro días, el Macabeo y su gente sitiaron aquella plaza;

34. pero los que estaban dentro, confiados en lo inexpugnable de la plaza, no cesaban de blasfemar y proferir maldiciones.

35. Al amanecer del quinto día, veinte jóvenes de las tropas del Macabeo, que ardían en ira a causa de tales blasfemias, se lanzaron valerosamente contra la muralla y con ímpetu salvaje mataron a cuantos cayeron en sus manos.

36. Otros, escalando la muralla, atacaron por diferentes lugares a los que estaban dentro: prendieron fuego a las torres, encendieron hogueras y quemaron vivos a aquellos blasfemos. Otros, finalmente, derribaron las puertas para que entrara el resto de las tropas y se apoderara de la ciudad.

37. En cuanto a Timoteo, que se había escondido en una cisterna, lo degollaron; y lo mismo hicieron con su hermano Quereas y con Apolófanes.

38. Después de llevar a cabo tales proezas, cantaron himnos alabando y dando gracias al Señor que había hecho grandes cosas en Israel y les había dado la victoria.

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