4. Que les abra el corazón a su ley y a sus mandamientos, y que les dé la paz;
5. que escuche sus oraciones, se reconcilie con ustedes y no los abandone en ocasiones adversas.
6. Esto suplicamos ahora por ustedes en nuestras oraciones.
7. Durante el reinado de Demetrio*, en el año ciento sesenta y nueve*, ya les escribimos nosotros, los judíos, en medio de la tribulación y la crisis que sufrimos en aquellos años, cuando Jasón y los suyos, traicionando la tierra santa y el reino,
8. incendiaron la puerta del Templo y derramaron sangre inocente. Entonces suplicamos al Señor y él nos escuchó; ofrecimos un sacrificio y una ofrenda de flor de harina, encendimos las lámparas y presentamos los panes.
9. Ahora nos dirigimos de nuevo a ustedes, para animarlos a celebrar la fiesta de las Enramadas en el mes de Quisleu de este año ciento ochenta y ocho”.
10. “Los habitantes de Jerusalén y de Judea, junto con el Consejo de Ancianos y Judas*, saludan y desean prosperidad a Aristóbulo, preceptor del rey Tolomeo, del linaje de los sacerdotes consagrados, y a todos los judíos que viven en Egipto.
11. A Dios, que nos ha librado de graves peligros, le damos fervientes gracias por habernos defendido contra el rey;
12. pues fue Dios mismo quien expulsó a los que combatían contra la ciudad santa.