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2 Crónicas 30:26-27 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

26. Una alegría tan grande no se había vivido en Jerusalén desde los tiempos de Salomón, hijo de David y rey de Israel.

27. Finalmente, los sacerdotes y levitas se pusieron a bendecir a la gente, Dios escuchó su voz y su plegaria llegó a su santa morada celestial.

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