Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Crónicas 18:7-14 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

7. El rey de Israel le respondió:— Sí, aún queda alguien a través del cual podemos consultar al Señor: Miqueas, el hijo de Jimlá. Pero yo lo detesto, porque no me profetiza venturas, sino siempre desgracias.Josafat le dijo:— El rey no debe hablar así.

8. Entonces el rey de Israel llamó a un funcionario y le dijo:— ¡Que venga inmediatamente Miqueas, el hijo de Jimlá!

9. El rey de Israel y Josafat, el rey de Judá, estaban sentados en sus tronos con sus vestiduras reales, en la plaza de la entrada de Samaría, mientras todos los profetas hacían profecías ante ellos.

10. Sedecías, el hijo de Quenaná, se hizo unos cuernos de hierro y decía:— El Señor dice: “¡Con estos cuernos embestirás a los arameos hasta aniquilarlos!”.

11. Y todos los profetas profetizaban lo mismo:— ¡Ataca a Ramot de Galaad, que tendrás éxito! ¡El Señor la entregará al rey!

12. Mientras, el mensajero que había ido a llamar a Miqueas le decía:— Ten en cuenta que los profetas están anunciado unánimemente la victoria al rey, procura que tu profecía coincida también con la suya y anuncia la victoria.

13. Miqueas contestó:— ¡Juro por el Señor que sólo le anunciaré lo que me diga mi Dios!

14. Cuando llegó ante el rey, este le preguntó:— Miqueas, ¿podemos ir a atacar Ramot de Galaad o no?Él le contestó:— Ataquen, que tendrán éxito, pues el Señor se la entregará a ustedes.

Leer capítulo completo 2 Crónicas 18