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1 Samuel 25:26-42 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

26. Ahora, señor mío, por la vida del Señor y por tu propia vida, es el Señor quien te impide derramar sangre y tomarte la justicia por tu mano. ¡Ojalá sean como Nabal todos tus enemigos y los que buscan la ruina de mi señor!

27. Que el obsequio que esta sierva tuya ha traído a su señor se reparta entre los muchachos que lo acompañan.

28. Te ruego disculpes la falta de esta sierva tuya, porque el Señor va a construirte una casa estable, pues mi señor combate las guerras del Señor y ninguna desgracia te alcanzará en toda tu vida.

29. Cuando alguien quiera perseguirte y atentar contra tu vida, la vida de mi señor quedará a buen recaudo en la bolsa de la vida, al cuidado del Señor tu Dios; mientras que la vida de tus enemigos será arrojada lejos como piedra en la honda.

30. Que cuando el Señor cumpla a mi señor todo el bien que le ha prometido y lo constituya jefe de Israel,

31. mi Señor no tenga que sufrir remordimiento o pesar por haber derramado sangre inocente y haberse tomado la justicia por su mano. Y que cuando el Señor te haya colmado de bienes, te acuerdes de esta tu sierva.

32. David le contestó:— ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro!

33. ¡Bendita tu sensatez y también tú que me has impedido hoy derramar sangre y tomarme la justicia por mi mano!

34. ¡Te juro por el Señor, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, porque si tú no te hubieras apresurado en salir a mi encuentro, al amanecer no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo varón!

35. Luego David aceptó todo lo que ella le había traído y le dijo:— Puedes volver tranquila a tu casa. Ya ves que he escuchado tus palabras y he atendido a tu petición.

36. Cuando Abigail llegó adonde estaba Nabal, este estaba celebrando un banquete digno de un rey. Como estaba muy contento y completamente borracho, ella no le comentó nada hasta el amanecer.

37. A la mañana siguiente, cuando a Nabal se le había pasado la borrachera, su esposa le contó todo lo sucedido. Entonces le falló el corazón y se quedó de piedra.

38. Al cabo de unos diez días, el Señor hirió de muerte a Nabal y este falleció.

39. Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, comentó:— ¡Bendito sea el Señor que me ha vengado de la afrenta que me hizo Nabal y ha preservado a su siervo de actuar mal, haciendo recaer sobre Nabal su propia maldad!Luego envió una embajada a Abigail con una proposición de matrimonio.

40. Cuando los criados de David llegaron a Carmel, dijeron a Abigail:— David nos envía a ti para tomarte como esposa.

41. Ella se levantó, se postró en tierra y les dijo:— Esta servidora es tu esclava y está dispuesta a lavar los pies de los criados de mi señor.

42. Luego Abigail se preparó rápidamente, montó en su burro, acompañada por cinco doncellas, siguió a los mensajeros de David y se casó con él.

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