Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Samuel 25:18-32 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

18. Abigail preparó rápidamente doscientos panes, dos odres de vino, cinco corderos ya preparados, cinco medidas de trigo tostado, cien tortas de pasas y otras doscientas de higos; las cargó sobre los asnos

19. y ordenó a sus criados:— Vayan ustedes delante, que yo los seguiré.Sin decirle nada a su marido Nabal,

20. bajó montada en el burro por la ladera del monte, mientras David y sus hombres bajaban en dirección contraria y les salió al encuentro.

21. David había dicho: “¡Inútilmente he estado cuidando las posesiones de ese fulano en el desierto, para que no echara nada de menos, si ahora me devuelve mal por bien!

22. Que Dios me castigue* si al amanecer dejo vivo a un solo varón de los que están con él”.

23. Nada más ver a David, Abigail bajó rápidamente del burro, se postró en tierra ante él y le hizo una reverencia.

24. Luego, postrada a sus pies, le dijo:— ¡Yo tengo toda la culpa, señor! Pero déjame que te hable y escucha las palabras de esta tu sierva.

25. Que mi señor no tome en serio a ese insolente de mi marido, Nabal, porque hace honor a su nombre: se llama Imbécil y la imbecilidad lo define. Pero esta sierva tuya no vio a los muchachos que mi señor envió.

26. Ahora, señor mío, por la vida del Señor y por tu propia vida, es el Señor quien te impide derramar sangre y tomarte la justicia por tu mano. ¡Ojalá sean como Nabal todos tus enemigos y los que buscan la ruina de mi señor!

27. Que el obsequio que esta sierva tuya ha traído a su señor se reparta entre los muchachos que lo acompañan.

28. Te ruego disculpes la falta de esta sierva tuya, porque el Señor va a construirte una casa estable, pues mi señor combate las guerras del Señor y ninguna desgracia te alcanzará en toda tu vida.

29. Cuando alguien quiera perseguirte y atentar contra tu vida, la vida de mi señor quedará a buen recaudo en la bolsa de la vida, al cuidado del Señor tu Dios; mientras que la vida de tus enemigos será arrojada lejos como piedra en la honda.

30. Que cuando el Señor cumpla a mi señor todo el bien que le ha prometido y lo constituya jefe de Israel,

31. mi Señor no tenga que sufrir remordimiento o pesar por haber derramado sangre inocente y haberse tomado la justicia por su mano. Y que cuando el Señor te haya colmado de bienes, te acuerdes de esta tu sierva.

32. David le contestó:— ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro!

Leer capítulo completo 1 Samuel 25