Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Samuel 24:10-22 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

10. Luego dijo a Saúl:— ¿Por qué haces caso a los que dicen que David busca tu ruina?

11. Ahora mismo puedes comprobar que el Señor te ha puesto hoy en mis manos dentro de la cueva: me animaron a matarte, pero te he respetado y he dicho que no atentaría contra mi rey, porque es el ungido del Señor.

12. Fíjate bien, padre mío, en lo que tengo en la mano: el borde de tu manto. Y si he cortado el borde de tu manto y no te he matado, has de reconocer que mis manos están limpias de maldad y de traición y que no te he ofendido. Tú, en cambio, me acosas para matarme.

13. Que el Señor sea nuestro juez* y que salga en mi defensa ante ti; pero yo no levantaré mi mano contra ti.

14. Como dice un antiguo refrán: “De los malos sale la maldad”; pero yo no levantaré mi mano contra ti.

15. ¿Contra quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién estás persiguiendo? ¡A un perro muerto! ¡A una pulga!

16. Que el Señor dicte sentencia entre los dos: que examine, defienda mi causa y me libre de tu mano.

17. Cuando David terminó de decir estas palabras, Saúl exclamó:— ¿Es esa tu voz, David, hijo mío?E inmediatamente se echó a llorar.

18. Luego dijo a David:— Tú eres más inocente que yo, pues tú me has pagado muy bien y yo muy mal.

19. Tú me acabas de demostrar ahora lo bien que te has portado conmigo, pues el Señor me ha puesto en tus manos y tú no me has matado.

20. Cuando alguien encuentra a su enemigo, no lo deja marchar por las buenas. ¡Que el Señor te recompense por esto que acabas de hacer hoy conmigo!

21. Ahora sé a ciencia cierta que serás rey y que en ti se consolidará el reino de Israel.

22. Júrame, pues, por el Señor que no aniquilarás mi descendencia ni borrarás mi apellido.

Leer capítulo completo 1 Samuel 24