37. Cuando el criado llegó al lugar donde estaba la flecha que había disparado Jonatán, este le gritó:— La flecha está más allá.
38. Y Jonatán le volvió a gritar:— Date prisa y no te quedes parado.El criado recogió la flecha y se la llevó a su señor.
39. Pero no se enteró de nada, porque sólo Jonatán y David conocían la clave.
40. Luego Jonatán entregó sus armas al criado y le dijo:— Anda y llévalas a la ciudad.
41. Cuando el criado se marchó, David salió de su escondite, cayó a tierra ante él y se postró tres veces. Después se abrazaron el uno al otro y estuvieron llorando juntos hasta que David se recuperó.