26. Les dijeron que muchos de ellos estaban prisioneros en Bosrá, Bosor, Alemá, Casfó, Maqued y Carnáin, ciudades todas grandes y fortificadas.
27. También les dijeron que había prisioneros en las demás ciudades de Galaad, y que sus enemigos estaban preparados para atacar y tomar las fortalezas al día siguiente, dispuestos a exterminar a todos los judíos en un solo día.
28. Entonces Judas y su ejército tomaron otra dirección, encaminándose rápidamente a Bosrá a través del desierto. Llegaron a la ciudad, la tomaron, pasaron a cuchillo a todos los varones, la saquearon y la incendiaron.
29. Al caer la noche, se dirigieron a la fortaleza de Datema.
30. Al amanecer vieron una innumerable multitud provista de escaleras y máquinas de guerra, dispuesta para atacar a los sitiados y tomar la fortaleza.
31. Judas vio que la batalla había comenzado: oyó un gran griterío en la ciudad y un fuerte sonido de trompetas que subía hasta el cielo.
32. Entonces dijo a los hombres de su ejército:— ¡Luchen hoy por nuestros hermanos!
33. Dispuso en tres columnas las tropas, las cuales avanzaron por la retaguardia del enemigo mientras sonaban las trompetas y oraban a gritos.
34. El ejército de Timoteo, al enterarse de que se trataba del Macabeo, emprendió la huida; y Judas les causó ese día una terrible derrota dando muerte a unos ocho mil soldados.
35. Después Judas se volvió contra Alemá, la atacó y se apoderó de ella: mató a todos los varones y saqueó e incendió la ciudad.
36. De allí se dirigió a Galaad, ocupando Casfó, Maqued, Bosor y las demás ciudades de la región.
37. Timoteo, pasados estos hechos, organizó un nuevo ejército que acampó frente a Rafón, al otro lado del torrente.
38. Judas envió gente a explorar el campamento; le trajeron este informe:— Todas las naciones vecinas se han unido a Timoteo, formando así un enorme ejército.