31. Entonces los funcionarios del rey y la guarnición residente en Jerusalén, la ciudad de David, fueron informados de que algunos hombres, desoyendo las órdenes del rey, se habían ido a ocultar en el desierto.
32. Una tropa numerosa salió en su persecución y logró alcanzarlos; tomaron posiciones frente a ellos y se prepararon para atacarlos en sábado.
33. Les dijeron:— ¡Terminemos con esto! ¡Si salen de ahí y cumplen las órdenes del rey, salvarán la vida!
34. Ellos contestaron:— Ni saldremos de aquí ni cumpliremos las órdenes del rey que nos obliga a profanar el sábado.
35. La tropa inició inmediatamente el ataque,