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1 Macabeos 15:5-20 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

5. Por eso, yo ratifico ahora todas las exenciones tributarias y cuantos otros privilegios te otorgaron mis predecesores;

6. y te autorizo también a que acuñes moneda propia, de curso legal en tu país.

7. Jerusalén y el Templo serán libres, y todo el armamento que has fabricado, así como las fortalezas que has construido y que ocupas, seguirán siendo tuyas.

8. Cualquier deuda que tengas contraída con el tesoro real, incluidas las que en el futuro puedas contraer, quedan canceladas desde ahora y para siempre.

9. Y cuando hayamos recuperado nuestro reino, te colmaremos de tantos honores a ti, a tu pueblo y al Templo, que la gloria de ustedes será conocida en toda la tierra”.

10. En el año ciento setenta y cuatro se dirigió Antíoco a la tierra de sus antepasados. Todas las tropas se pasaron a su lado, de modo que fueron muy pocos los que quedaron con Trifón.

11. Antíoco lo persiguió, y Trifón se refugió en la ciudad costera de Dor,

12. pues al ver que sus tropas lo habían abandonado, comprendió que muchas calamidades caerían sobre él.

13. Antíoco acampó frente a Dor, con ciento veinte mil soldados de infantería y ocho mil de caballería.

14. Cercó con sus tropas la ciudad, al tiempo que las naves se acercaban a ella por el mar; de este modo, la ciudad quedó sitiada por tierra y por mar; nadie podía entrar ni salir de ella.

15. Mientras tanto, Numenio y sus compañeros regresaron de Roma. Traían cartas para los diversos reyes y países, en las cuales se decía:

16. “Lucio*, cónsul de los romanos, saluda al rey Tolomeo.

17. El sumo sacerdote Simón y el pueblo judío, amigos nuestros y aliados, nos han enviado una embajada con la misión de renovar nuestra antigua amistad y nuestro pacto.

18. También nos han traído un escudo de oro de mil minas.

19. Por eso hemos resuelto escribir a los diversos reyes y países, para pedirles que no les causen ningún mal y que no hagan guerra contra ellos ni contra sus ciudades ni contra su país, ni se alíen tampoco con sus enemigos.

20. Hemos decidido aceptar el escudo que nos trajeron.

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