68. Allí le salió al encuentro el ejército extranjero que avanzaba por la llanura, no sin antes haber dejado tendida una emboscada en las montañas.
69. Cuando los emboscados salieron de su escondrijo y se trabó el combate,
70. los soldados de Jonatán huyeron. Tan sólo quedaron los jefes del ejército de Matatías, hijo de Absalón, y de Judas, hijo de Calfí, capitanes del ejército.
71. Jonatán se rasgó las vestiduras, se echó polvo sobre la cabeza y se puso a orar.
72. Luego volvió de nuevo a la lucha, derrotó al enemigo y lo puso en fuga.