83. Toda la caballería se dispersó por la llanura, y los fugitivos llegaron a Azoto refugiándose, para salvarse, en el templo de su ídolo Dagón.
84. Jonatán incendió y saqueó Azoto y las aldeas vecinas. Incendió también el templo de Dagón, con todos los que se habían refugiado en él.
85. Fueron unos ocho mil hombres los que murieron a filo de espada o por el incendio.
86. Jonatán, saliendo de allí, acampó en Ascalón, cuyos habitantes salieron a recibirlo y le rindieron grandes honores.
87. Después Jonatán regresó a Jerusalén con su gente y un gran botín de guerra.
88. Cuando el rey Alejandro se enteró de lo sucedido, concedió aún más honores a Jonatán:
89. le envió un broche de oro, como era costumbre otorgar a los familiares de los reyes; además le dio Ecrón en propiedad, con todo su territorio.