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Mateo 9:28-37 La Biblia De Las Americas (LBLA)

28. Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a El los ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron: Sí, Señor.

29. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Hágase en vosotros según vuestra fe.

30. Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.

31. Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella tierra.

32. Y al salir ellos de allí, he aquí, le trajeron un mudo endemoniado.

33. Y después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: Jamás se ha visto cosa igual en Israel.

34. Pero los fariseos decían: El echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios.

35. Y Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.

36. Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.

37. Entonces dijo a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos.

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