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Mateo 9:21-35 La Biblia De Las Americas (LBLA)

21. pues decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré.

22. Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana.

23. Cuando entró Jesús en la casa del oficial, y vio a los flautistas y al gentío en ruidoso desorden,

24. les dijo: Retiraos, porque la niña no ha muerto, sino que está dormida. Y se burlaban de El.

25. Pero cuando habían echado fuera a la gente, El entró y la tomó de la mano; y la niña se levantó.

26. Y esta noticia se difundió por toda aquella tierra.

27. Al irse Jesús de allí, dos ciegos le siguieron, gritando y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!

28. Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a El los ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron: Sí, Señor.

29. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Hágase en vosotros según vuestra fe.

30. Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.

31. Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella tierra.

32. Y al salir ellos de allí, he aquí, le trajeron un mudo endemoniado.

33. Y después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: Jamás se ha visto cosa igual en Israel.

34. Pero los fariseos decían: El echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios.

35. Y Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.

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