14. Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros.
15. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones.
16. Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
17. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,