64. Por eso, ordena que el sepulcro quede asegurado hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se lo roben, y digan al pueblo: "Ha resucitado de entre los muertos"; y el último engaño será peor que el primero.
65. Pilato les dijo: Una guardia tenéis; id, aseguradla como vosotros sabéis.
66. Y fueron y aseguraron el sepulcro; y además de poner la guardia, sellaron la piedra.