Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 8:29-40 La Biblia De Las Americas (LBLA)

29. Y el Espíritu dijo a Felipe: Ve y júntate a ese carruaje.

30. Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y le dijo: ¿Entiendes lo que lees?

31. Y él respondió: ¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe? E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él.

32. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo trasquila, no abre el su boca.

33. En su humillacion no se le hizo justicia; ¿quien contarasu generacion? Porque su vida es quitada de la tierra.

34. El eunuco respondió a Felipe y dijo: Te ruego que me digas, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?

35. Entonces Felipe abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.

36. Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo: Mira, agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?

37. Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.

38. Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.

39. Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.

40. Mas Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.

Leer capítulo completo Hechos 8