29. Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas,
30. y después de sacarlos, dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31. Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa.
32. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
33. Y él los tomó en aquella misma hora de la noche, y les lavó las heridas; enseguida fue bautizado, él y todos los suyos.
34. Llevándolos a su hogar, les dio de comer, y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos.