35. Y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa; porque no es correcto que la mujer hable en la iglesia.
36. ¿Acaso la palabra de Dios salió de vosotros, o sólo a vosotros ha llegado?
37. Si alguno piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento del Señor.
38. Pero si alguno no reconoce esto, él no es reconocido.
39. Por tanto, hermanos míos, anhelad el profetizar, y no prohibáis hablar en lenguas.
40. Pero que todo se haga decentemente y con orden.